COMO PLANIFICAR LA CALIDAD
Un liderazgo en calidad parte de la base de que los bienes,
servicios y procesos internos satisfacen a los clientes. La planificación de la
calidad es el proceso que asegura que estos bienes, servicios y procesos
internos cumplen con las expectativas de los clientes.
La planificación de la
calidad otorga un enfoque estructurado y participativo en la planificación de
nuevos productos, procesos y servicios. Integra e involucra a todos los grupos
para que asuman un papel significativo en el desarrollo y la entrega, de tal
forma que todos participan en conjunto como un gran equipo y no como una serie
de expertos individuales. Esta planificación de la calidad no pasa a sustituir
a otras actividades críticas que forman parte de dicha planificación. En
realidad representa un marco o entorno, dentro del cual otras actividades
pueden llegar a ser incluso más efectivas. Se considera que un proceso de
planificación de la calidad debe contar con las siguientes etapas:
- Etapa 1: Establecer un
objetivo. El equipo debe contar con un objetivo concreto, debe revisarlo y
asegurarse de que su definición es clara y detallada.
- Etapa 2: Tener identificados a los clientes.
Se debe tener en cuenta a los clientes finales pero también a los clientes
internos, puesto que de todos ellos dependerá el éxito del trabajo realizado.
- Etapa 3: Establecer las necesidades de los
clientes. El equipo tiene que ser capaz de determinar y diferenciar entre las
necesidades que expresan los clientes y las necesidades reales. Muchas veces
éstas no se manifiestan en forma clara o explícita.
- Etapa 4: Elaboración del
producto. Cuando se trate de bienes y servicios, una vez comprendidas las
necesidades de los clientes, el equipo deberá identificar lo que dicho producto
requiere para satisfacer esas necesidades.
- Etapa 5: Llevar a cabo
el proceso. Se considera capaz a un proceso que satisface, en todo momento, las
características y objetivos detallados del producto.
- Etapa 6: El traslado a
la operativa diaria. Este será un proceso planificado y ordenado que busque
maximizar la eficacia de las operaciones a la vez que minimizará la aparición
de problemas. La forma de crear una estructura y la participación en la
planificación de la calidad, puede parecer quizás, una forma de aumentar en
exceso el tiempo necesario para la planificación, pero en realidad estará
reduciendo el tiempo total necesario para llegar a la operación completa. Esto
es así porque una vez que la empresa u organización aprende a planificar la
calidad, el margen de tiempo total que transcurre entre el concepto inicial y
las operaciones concretas es mucho menor.
SATISFACER AL CLIENTE
Si se considera que las
características de un producto o servicio determinan el nivel de satisfacción
del cliente, se debe tener en cuenta que las mismas no solo incluyen las
cualidades o calidad de los bienes o servicios en cuestión, sino también las características
de los demás servicios que les rodean.
La búsqueda de la satisfacción de las necesidades y expectativas de los clientes se constituye en el argumento más importante de la gestión de la calidad y por lo tanto, la base del éxito de una empresa. Con tal motivo, es imprescindible tener perfectamente definido dentro de cada empresa el concepto de satisfacción de sus clientes, a través del desarrollo de sistemas de evaluación de dicha satisfacción y por medio de la creación de algunos modelos que atiendan en forma inmediata una posible insatisfacción. El hecho de brindar un valor agregado al producto añadiéndole características propias de servicio, puede lograr un aumento de la satisfacción y hacer que el cliente se incline por nuestro producto.
La búsqueda de la satisfacción de las necesidades y expectativas de los clientes se constituye en el argumento más importante de la gestión de la calidad y por lo tanto, la base del éxito de una empresa. Con tal motivo, es imprescindible tener perfectamente definido dentro de cada empresa el concepto de satisfacción de sus clientes, a través del desarrollo de sistemas de evaluación de dicha satisfacción y por medio de la creación de algunos modelos que atiendan en forma inmediata una posible insatisfacción. El hecho de brindar un valor agregado al producto añadiéndole características propias de servicio, puede lograr un aumento de la satisfacción y hacer que el cliente se incline por nuestro producto.
Como factor que tiene
una relación directa con los resultados del negocio, la satisfacción del
cliente debe ser un objetivo ineludible de toda empresa, no como un fin en sí
mismo, sino a través de la lealtad o fidelidad de los clientes. Como forma de
obtener la lealtad de los clientes, ciertas empresas líderes en calidad aplican
un método de seguimiento consistente en la organización de sistemas de gestión
de las reclamaciones, para luego elaborar y aplicar una serie de encuestas de
satisfacción del cliente. Finalmente, llegarán a conocer así cuáles son los
factores que están influyendo en la lealtad y en la deslealtad, y de esta
manera, poder adoptar medidas concretas sobre ellos y administrar adecuadamente
la fidelidad de los clientes.